En cuanto al monumento romano -incoado BIC (Bien de Interés Cultural) por resolución de 8-7-1987 (BOE 9-9-87)-, los 33 sillares de piedra caliza extraídos del Jarama pertenecen a un gran edificio del que no se conocen su función ni las características exactas (podría ser un arco triunfal), pero que, por las fechas en las que es datable -entre finales del siglo I y mediados del II d.C.-, constituye el resto más antiguo de la romanización en la Comunidad de Madrid. Las piezas rescatadas son 3 sillares de moldura decorada (uno de esquina), 4 de un friso liso con inscripción incompleta, 1 de cornisa denticular, 4 dovelas cuya curvatura permite deducir que el arco o arcos que formaban tenía un diámetro de 2,40 m., 2 salmeres, 1 moldura de imposta, 6 sillares con forma para asiento de dovelas y otros 12 restantes, quizás alguno de ático. La inscripción del friso, en letra capital cuadrada, reza:

SEX * PRISCO* FILIO (…)
F QVIR SEVERVS NEPO (…)
(ecerunt o posuerunt?) EIDEM (Q)
VE DEDICARVNT

 

 

 

 

y por sus dimensiones se puede deducir que completo ocuparía un frente de unos 9 metros. En ella, dos personajes, abuelo y padre, de los que sólo se conoce el “cognomen” del segundo, Severo, y su pertenencia a la tribu Quirina, dedican el monumento a Sexto Prisco, nieto e hijo de ambos. Tras la caída del reino visigodo.

-algunas fuentes especifican que nuestro pueblo fue cercado y destruido por los árabes en el año 714-, será Alfonso VI quién, una vez conquistado Toledo en 1085, repueble la zona, y entre otras localidades, Ciempozuelos. Un siglo después, en documento fechado el 25 de marzo de 1190, Alfonso VIII cede a la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia un total de 19 aldeas -el futuro sexmo de Valdemoro- enclavadas entre los ríos Tajuña y Henares; entre ellas no está Ciempozuelos, puesto que, al parecer, era segoviana desde hace tiempo atrás. En cualquier caso, lo cierto es que pasó a formar parte del citado sexmo, uno de los trece que constituían la Comunidad de Segovia y que se caracterizaba por formar un coto continuo, pero aislado geográficamente del resto del territorio segoviano.